Voluntario en Palestina 2006

Monday, August 21, 2006

The End






Ha llegado la hora de echar el telón a Voluntario en Palestina 2006. Como en anteriores entradas apenas colgué fotos del campamento por falta de tiempo, ahora cierro el blog con las mejores imágenes del verano: los niños, nuestros compañeros, los bailes, pero también checkpoints, demoliciones, manifestaciones... Veréis que a pesar de los contratiempos, no hemos echado en falta la fiesta y la alegría. Para que vosotros seáis los próximos os pego el vínculo de la asociación, que ya estará preparando el campamento 2007: http://youth.zajel.org/spanish/home.htm ¡Ánimo y hacéos palestinos!

Ya he llenado con palabras este blog, así que para despedirme prefiero que echéis un vistazo a los sueños y pesadillas de una niña palestina, un vídeo de Outlandish basado en un poema del escritor Gihad Ali. Espero que el final de sus injusticias sea el mismo que el de este bonito cuento y que lo que dice el estribillo se hará realidad: No llores más que algún día se acabará todo.

Outlandish Look Into My Eyes

Friday, August 18, 2006

La verdad con cuentagotas


Vuelta a casa y vuelta a padecer la distorsión sobre Oriente Próximo como uno más. Se acabó la privilegiada independencia que he disfrutado en el último mes y medio, percibiendo la realidad con mis propios ojos, sin las interferencias de la distancia ni la intromisión de los intereses espurios que mueven a los fabricantes masivos de información. De entre estos dueños de nuestras ideas, el más importante en el sector de la información escrita es El Pais, o por lo menos es el que alimenta las mentes en mi casa y en la de muchos de mis amigos. Ayer, cuando llegué a Sevilla, una vez superada la fase de alegría desbordada de mis familiares por mi vuelta sano y salvo, tuve mi primer contacto con uno de estos influyentes panfletos, el dominical de El País, que mi madre había guardado para cuando llegase por el reportaje especial que contenía: una foto de unos niños libaneses uniformados y saludando al estilo militar presidía la portada, de la mano del titular "La trinchera de Hezbolá". La foto y el título ya me anticipaban que el contenido escrito iba a seguir la misma línea: el periodista se preocupa tan solo por la parafernalia y espectacularidad de este movimiento y no por las razones de fondo que lo empujan. La idea global del reportaje está muy conseguida para un medio "de izquierdas" como El País, que no puede declarar abiertamente su complicidad con los intereses israelíes, y de paso contribuye a agrandar ese abismo entre Oriente y Occidente, en el que los primeros están enajenados por la religion y el fanatismo y los segundos enarbolan la bandera de la libertad y la democracia. El lector, por supuesto, interpretará que el gran ausente en este reportaje, Israel, buenas razones tendrá para atacar a este puñado de posesos espirituales. Pero quizás la mejor estrategia para desenmascarar a estos heraldos, que se autoetiquetan como "defensores de la función social del periodista" no sea escudriñar con lupa lo que dicen, sino averiguar qué es lo que ocultan. ¿Por qué El País no dedica un especial similar al del pasado fin de semana pero centrado en ese peculiar Estado que es Israel?, ¿por qué nunca se habla del fanatismo judío, o de la caja de explosivos que es la sociedad judía?, ¿y de Palestina?, ¿por qué nunca se habla del robo de tierras y construcción de colonias, del muro del apartheid, de los check points y toques de queda, de las torturas a los prisioneros, del derribo de casas, de las muertes de inocentes y de las miles de violaciones del Derecho internacional y de los derechos humanos?


Lo de este fin de semana en El País no es nada nuevo, por tanto. Lo vienen haciendo desde siempre y ellos por lo menos tienen un trato "amable" puntualmente con los palestinos y el resto de árabes de la zona, que como en este caso en Líbano, sufren los desmanes de Israel. Otros medios, ubicados en la cadena de mando del PP, no es que callen la realidad, sino que directamente justifican a Israel y sin tapujos califican como terroristas a todos los árabes. Como aquel israelí, profesor de Universidad, que viajó en el asiento vecino de mi autobús el otro día. Culpaba a Estados Unidos de haber parado los pies a Israel en Líbano y decía que la única receta para acabar con el terrorismo era matar a todos los árabes. Kill, kill, kill, they are all terrorists, mientras se agitaba con aspavientos. Yo asentía con la cabeza y me guardaba mi asombro. Luego añadió con un gesto ñoño en la cara, si no fuera por la televisión que mostraba todo el tiempo las imágenes de esos niños, y volvía con su kill, kill, kill. Para rematar su desvarío mental concluyó ¡En España deberíais hacer lo mismo, bombardead y matad a unos 200 vascos y veréis como se acaba todo! Este espeluznante discurso lo firma un intelectual, vanguardia del pensamiento de la sociedad israelí, pero lo suscribiría cualquiera otro de ese 93% que opina en Israel que la guerra de Líbano estaba justificada, según la encuesta que este fin de semana leí en The Economist, y un 91% justificaba los bombardeos de civiles aun cuando murieran inocentes.


El año pasado, durante mi primer voluntariado palestino, conocimos a Ferrán, fotoperiodista de La Vanguardia que estuvo 3 años trabajando en Palestina. Nos confesó que, en cierta ocasión, capturó unas imágenes desgarradoras de unos maltratos y humillaciones en un checkpoint. Las envió a su periódico pero no se las publicaron, lo que le generó una profunda frustración. Cuando volvió a Barcelona inquirió a su jefe por los motivos, y éste le contestó: si hubiésemos publicado aquellas fotos el lobby judío, que participa en el accionariado de cientos de multinacionales, habría retirado la mitad de la publicidad de nuestro diario. Así funciona el bloqueo informativo en Palestina. El genocidio queda diluido en un conflicto entre dos partes, con intercambio sangriento, lo que permite a Israel continuar con sus fechorias en silencio. Ni muro, ni checkpoints, ni nada de nada. El control de lo que se debe saber sobre Palestina es tan grande que el semanario alemán Der Spiegel publicaba hace poco un atípico reportaje (atípico porque los medios no suelen desverlar los entresijos de su mundillo) sobre cómo la Oficina de Prensa del Gobierno hebreo cocinaba y servía en bandeja la información a los periodistas internacionales. A los que no cuenten su verdad, les espera una bala en la pierna, como al periodista de Al Jazeera en Nablus hace tres semanas. Aquí están de nuevo unas imágenes sobre ese crimen grabado en directo, que no me cansaré de decirlo, pertenecen al inmenso material censurado sobre Palestina en las redacciones de los medios de comunicación españoles y europeos.


Aljazeera Reporters in the line of fire



Me pregunto si Juan Miguel Muñoz, corresponsal de El País en Jerusalén, acudirá también a esos teatros orquestados por el poder sionista, o acaso es él un periodista apestado como la joven de Al Jazeera. También me pregunto cuántas veces habrá sufrido la censura de su propio medio, como le pasó a Ferrán y le pasa a diario a cientos de reporteros enviados a la zona. Debe ser muy duro y frustrante saber la verdad, querer contarla y no poder hacerlo. También lo es para mí saberla, volver a España y perderla.


http://service.spiegel.de/cache/international/spiegel/0,1518,429105,00.html

Wednesday, August 09, 2006

A lo lejos...

Despues de un mes de tensiones y emociones en una de las zonas mas conflictıvas del mundo, no me acostumbro todavia a la despreocupacion y distancia de Turquia. Se acabaron las pancartas, carteles y manifestaciones, y a la gente ha dejado de interesarle mi pulsera y colgantes con la bandera palestina. A lo lejos se ve todo distinto, la mente se distrae con otros asuntos y el nıvel de intensidad con el que se vive el problema es menor. Que razon tenia aquel que dijo lo de Ojos que no ven, corazon que no siente! No quiero decir con esto que ahora me ımporte un pıto lo que ocurre en Palestina, nada mas lejos de la realıdad! Lo dıgo por esta chocante sensacıon de volver a una playa atestada de turıstas y con la musıca del verano al fondo, sin haber superado aun la resaca de un mes como palestıno. Tampoco pretendo demonızar ahora a nuestra socıedad pero esta frivolidad excesıva no casa bien con las desgracias de nuestro alrededor.

En cuanto a los turcos, las opinıones que he podido recoger hasta el momento varıan. Me he encontrado con defensores de Israel y con otros que condenan el genocıdio palestıno llamando a las cosas por su nombre. En el fondo reflejan la encrucıjada en la que se encuentra este paıs: hay una Turquıa que mıra hacıa Europa y otra Turquıa que mıra hacıa orıente. La Turquıa proeuropea rechaza cualquıer asunto relacıonado con los arabes, y no se sıente ıncomoda espetando comentarıos que rayan en el racısmo; por otra parte la Turquıa que mıra a oriente se solıdarıza con los que sufren el tormento de Israel, pero quızas mas por vınculos relıgıosos que humanıtarıos.

En cualquıer caso cuando emprenda la vuelta a casa volvere a atravesar la zona mınada por el odıo, porque mı vuelo a Espanya parte de Tel Avıv el dıa 15 de agosto. Sıento pena porque tendre que clausurar este blog, y volver al clasıco http://cuaderno-verde.blogspot.com porque la razon de voluntarıo en Palestina 2006 era aprovechar mi cercania a la noticia para contar lo que los grandes no cuentan o para anyadır anecdotas y vıvencıas personales. En este sentıdo periodıstıco me ha encantado contar mı experıencıa y me sentıre satısfecho sı he acercado la desgracıa palestına a tan solo uno de los que habeıs seguıdo el blog estos dıas. Me ılusıona pensar que cada anyo creceran los testıgos de esta barbarıe y cuantos mas ojos veamos, mas corazones sentıremos. Para que la ındıferencıa no se apodere de nosotros.

Sunday, August 06, 2006

La vida de Shamekh

Cada palestino podria escrıbir un libro sobre su vida y convertirlo en un best seller. Por ejemplo algun adolescente de un campo de refugiados que publicase su diario como se hizo con el de la ninya judia Ana Frank, o algun director de cine que convirtiese el sufrimiento colectivo en un clasico como Steven Spielberg en La Lista de Shidler. El caso es que los palestinos son una fuente inagotable de historias dramaticas, ademas de esas basadas en hechos reales, que son las que mas venden. Algunas son mas duras que otras, pero la vida de Shamekh, uno de los voluntarios del campamento de Nablus, es la mas terrible de todas las que he oido hasta ahora.
Shamekh tiene 22 anyos y trabaja como conductor de ambulancias para la media luna roja en Nablus, ademas, esta estudiando enfermeria en la Universidad. Si en la retina de todo palestino hay grabadas imagenes de pesadilla, él ya ha vislumbrado las puertas del infierno. Y no solo por su trabajo como conductor de ambulancias en el que debe recoger los cuerpos acribillados a balazos de cientos de inocentes, muchos de ellos ninyos, -como a su primo, herido de bala en un checkpoint cuando se dirigia a su trabajo uno de los dias del campamento-. Para empezar, con 13 anyos vio como el Ejercito le echaba a el y a toda su familia de su casa en el casco antiguo de Jerusalen. Su abuelo recibio una carta en la que el Estado israeli le informaba de que en 3 dias debia aceptar la oferta de compra de su vivienda por la Administracion hebrea a un precio muy inferior al de mercado. La familia no estaba dispuesta a suscribir semejante pacto y dejo pasar el plazo, pero dos dias mas tarde los soldados les expulsaron de su casa de toda la vida sin entregarles nada a cambio. Humillados, recogieron sus pertenencias y hulleron a Nablus, donde Shamejh comenzo a colaborar como ayudante en una ambulancia palestina.
En abril de 2002, al comienzo de la Intifada los militares perpetraron lo que en Nablus conocen como la gran invasion: fueron 12 dias de toque de queda con los tanques estacionados permanentemente en las calles de la ciudad, mas el registro y demolicion de cientos de casas. Los soldados lo mancharon todo de sangre, dejando atras mas de 100 muertos. El toque de queda significaba que cualquier palestino que lo violase se exponia a una muerte segura y Shamekh por su trabajo de voluntario era uno de los pocos que podia salir a la calle, siempre vestido con su peto visible de la media luna roja. Sin embargo muchos habitantes de Nablus arriesgaron sus vidas cuando se acabaron sus viveres, entre ellos los tres mejores amigos de Shamekh, que confıaban en el privilegio de este para escabullirse de los soldados en caso de ser descubiertos. Cuando esto ocurrio, sin embargo, los invasores no aceptaron excusas. El castigo por violar las ordenes de los militares fue el balazo instantaneo en la cabeza para sus tres amigos. En cuanto a Shamekh, su peto le salvo del fusilamiento, pero el rabioso soldado no pudo contener su orgullo al ver como Shamekh se marcahaba intacto: le agarro la mano, la coloco bien abierta contra la pared y le incrusto una bala alli donde el pulgar se separa del indice.
Lo que mas admiro de Shamekh es que siempre viste una amplia sonrisa en su cara, siempre cantando o animando a los demas. Nadie intuiria su pasado o su presente conociendo su personalidad. De hecho yo conocı su historia casi al final del campamento. El, como los demas palestinos, no siente una necesidad apremiante por contar sus desgracias, quizas porque lo anormal es entre ellos lo normal. Por eso un buen dia te sorprenden con relatos horripilantes, cuando ya eres su amigo y cası se te ha olvidado que viven bajo ocupacion militar. Por cierto, Shamekh es el chaval con camıseta azul en la foto que colgue en el post Hasta pronto Palestina. Tres voluntarios del campamento, que pertenecen a una asociacion catalana van a proponer a sus coordınadores que contraten a Shamekh por un anyo, por lo que a lo mejor pronto estara en Barcelona. Como dicen por aqui Inshala!

Friday, August 04, 2006

Siria y Palestina


Damasco huele a guerra. La guerra acecha al oeste en Libano, al este en Irak, y al sur en Palestina y los altos del Golan ocupados por Israel. Pero la guerra tambien se siente en los medios de comunicacion, en las calles y en su gente. En caso de que lo peor ocurra el animo de los sirios no sera pillado por sorpresa porque los colores de las banderas palestina, libanesa y de Hezbola han tenyido ya toda la ciudad y los discursos de la television de Hezbola y documentales de la television publica Siria arengan el animo de los sirios. Siria es el eterno enemigo de Israel en la zona, el unico pais arabe que nunca ha abandonado a los palestinos y que siente la ocupacion como un problema nacional (de hecho lo es porque Israel controla el sur del pais y porque hay casi un millon de refugiados viviendo en Siria). Hace tan solo tres semanas, cuando comenzo la guerra en Libano, cuatro cazas de Israel acecharon el cielo de la capital en una accion provocadora y hoy mismo los hebreos han bombardeado la frontera sirio-libanesa. El ansiado objetivo de Israel es Siria y aqui eso se sabe.

Esta manyana tuve la gran suerte de coger un taxi conducido por Abed, un refugiado palestino. Lo intui por la decoracion de su coche, con los colores palestinos, pero sobre todo porque se le iılumino la cara cuando se entero de que acabo de llegar desde Palestina. Me dijo te voy a ensenyar un sitio. Y me condujo a las afueras de Damasco, al mayor campo de refugiados palestino en Siria, con cerca de 200.000 habitantes, a los que se suma el incesante goteo de refugiados libaneses de las ultimas 3 semanas que estan siendo albergados en un recinto de la ONU. A diferencia de mi, Abed no ha tenido la suerte de visitar su tierra, porque el aunque ostente la condicion de refugiado palestino, nacio en Siria. Los expulsados de Palestina fueron sus padres en el anyo 1948, y a pesar de que hoy parece un suenyo, su estatus internacional le da derecho a regresar a Palestina y a recuperar la propiedad que le fue confiscada a su familia. Quizas pase algun tiempo para que la justicia se materialice, pero el no dejara de sonyar con conocer el lugar del que provienen sus raices.

Thursday, August 03, 2006

Hormigas luchando contra elefantes

Al mismo tiempo que los 40 jovenes del campamento entre internacionales y locales formabamos un coro para discutir sobre las soluciones al sufrimiento palestino, en otro lugar del mundo se reunian en torno a una mesa redonda de madera de roble barnizada unos senyores enchaquetados que fumaban habanos y que hablaban un lenguaje abstracto en el que solo caben palabros como macroeconomia, geopolitica o junta de accionistas. Recuerdo la impotencia que sentia cuando transcurrian esas charlas en las que los palestinos depositaban todas sus energias e ilusiones para ganar nuestros corazones, como si nosotros, europeos y americanos (la mayoria) tuvieramos la llave para abrir la caja de la justicia que se les niega. Me veia a mi mismo muy pequenyito, muy debil para cambiar cosas que otros pueden mover con solo un dedo: unos pocos mastodontes popularmente conocidos como lobby judio que manejan los destinos de miyones de seres humanos y que corrompen nuestro mundo con sus ideas racistas, militaristas y fascistas.

El principal seguidor de este grupo mafioso es el rey del mundo, George W. Bush y han conseguido envenenar con sus ideas a todo un pueblo, la sociedad judia, hipnotizada por la paranoia y la desinformacion. Una sociedad a la que no le indignan las matanzas del Libano, como la de Qana. Sin ir mas lejos, el dia siguiente a esta ultima masacre tuve la suerte de participar en una manifestacion en Jerusalen ante la embajada americana. Me lo dijo Dani, un activista israeli que segun me conto, esta en el top de los que mas incordian a su gobierno y al que la policia tiene bien fichado (graban a cada uno de los manifestantes por lo que ya conocen tambien mi careto). Me conto tambien como sus vecinos y familiares le rechazan por cooperacionista y como si algun dia le pilla su Ejercito viajando por los territorios ocupados le encerrarian en la carcel, y es que mientras que los voluntarios internacionales podemos movernos con libertad por la zona, a los israelies se les oculta la realidad palestina de la que son responsables. Una prohibicion que se suma a la propaganda y censura de los medios de comunicacion hebreos. Por este contexto el numero de personas que se congregarian ante la embajada prometia ser bajo, pero aun asi me indigno ver que en el dia despues de la salvajada de Qana tan solo 200 personas se echasen a las calles. Pocos cambios caben esperar de esta sociedad por tanto, por eso las esperanzas de los palestinos estan puestas en nosotros, los internacionales. Y es que aunque seamos hormigas luchando contra elefantes, somos millones los que nos movemos por los buenos instintos y ellos, son solo unos pocos locos poderosos a los que algun dia el destino colocara en su sitio.


 
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